01 Jun
CLASE: EVANGELIO DEL APÓSTOL SAN JUAN  MAESTRO: JAVIER ARTURO MÁRQUEZ ALUMNOS: ELSA Y JOSÉ LUIS IBARRA  ENSAYO

1.    Introducción. Del Evangelio de Juan: “La Palabra era la luz verdadera que ilumina a todo hombre que viene a este mundo. En el mundo estaba, y el mundo fue hecho por ella, y el mundo no la conoció. Vino a su casa, y los suyos no la recibieron. Pero a todos los que la recibieron les dio poder de hacerse hijos de Dios, a los que creen en su nombre” (Jn 1, 9-12). “Y la Palabra se hizo carne, y puso su Morada entre nosotros, y hemos contemplado su gloria, gloria que recibe del Padre como Hijo único, lleno de gracia y de verdad” (Jn 1, 14). Es claro que, en estos versículos, Juan se refería a Jesús. Recibir tiene, entre otros los siguientes significados: admitir, acoger, aceptar, albergar, cobijar, alojar, hospedar, asilar, aposentar, amparar, instala, reconocer, distinguir, recordar, examinar, inspeccionar, confesar, encargarse, responsabilizarse, hacerse cargo. 2.    Desarrollo. ¿Entonces quiénes no recibieron a Jesús y no lo reconocieron? Indudablemente que el primero en no recibirlo ni reconocerlo fue Herodes el Grande y posteriormente su hijo Herodes Antipas, siguieron después los fariseos, los ancianos, los maestros de la Ley, los saduceos, los zelotas, los sumos sacerdotes y todos los miembros del Sanedrín. Muchos judíos de la diáspora no quisieron saber de Él y los sumos sacerdotes, después de la destrucción del Templo y de Jerusalén en el año 70 d. C., realizaron el Concilio de Jamnia donde definieron el canon de libros sagrados y la separación absoluta de los judíos cristianos, que perdura hasta la fecha, es decir niegan a Cristo como el Mesías y aún todavía lo esperan. En los siguientes cuatro siglos todos los que se proclamaban cristianos, eran perseguidos y ejecutados. Durante dos siglos, los herejes promovían una religión que negaba la divinidad de Cristo. Durante 700 años los musulmanes buscaron desaparecer a los cristianos en Europa. La expansión del comunismo lograba convertir a más y más hombres al ateísmo. El imperialismo voraz buscaba al dios del dinero y los hombres solo adoraban a ese dios y despreciaban a los más pobres. Las guerras mataron a millones de hombres sin ninguna misericordia. Hoy en día muchos gobiernos les son indiferente el nombre de Jesús, dando prioridad al aborto y a la destrucción de la familia. Hombres y mujeres, por mucho tiempo, no recibimos ni reconocimos a Jesús en gran parte de nuestra vida, sin embargo, a través de las maravillosas manifestaciones de amor de su santísima madre María, mostradas en las innumerables advocaciones, nos hemos dado cuenta que el camino de la salvación está en Jesús y que a través de María podemos llegar a Él.  ¿Entonces quiénes si recibieron a Jesús y si lo reconocieron? Indudablemente, María cuando dio el “Si” y después José quién también dio el “Si”, fueron los primeros en recibirlo, después los apóstoles (los 12 y los 72), y muchos seguidores de Galilea y Judea, por sus innumerables manifestaciones de amor que trasmitió con sus milagros y signos, que nos anunciaban el Reino de Dios. Pablo en sus viajes misioneros logró convertir a miles de gentiles y sembrar la semilla de la evangelización, a través de los discípulos que formó. Ha costado muchas vidas llevar la Buena Nueva hasta los confines de la tierra (Jesús nunca dijo que sería fácil hacerlo) y el Reino de Dios sigue disponible para los que deseen entrar en él.  Nuestra iglesia, con su jerarquía y todos los que proclaman la Palabra de Dios, fundamentada en los evangelios y demás documentos de la Iglesia, han cumplido con la instrucción de Jesús: “El Reino de Dios está aquí, convertios y creed en el Evangelio”.   3.    Conclusión.  a)    El Reino de Dios está aquí, Jesús constantemente nos llama a participar de él, es nuestra la decisión de creer en el Evangelio y observarlo. b)    Aferrarnos a nuestra familia y conducirla por el camino de salvación que nos marcó Jesús, es hacer crecer la iglesia a la que hemos sido llamados. c)    Existen en nuestro país muchos hombres y mujeres que son un reflejo de los fariseos o del propio Sanedrín de la época de Jesús, queriendo impones prácticas y creencias que son propias de satanás, como el impedir el nacimiento de tantos niños inocentes o el de buscar por todos los medios destruir la iglesia doméstica como lo es la familia. d)    Necesitamos ser mensajeros de la palabra del Señor, buscando que nuestra sociedad sea más justa y más solidaria con los que menos tienen. e)    Recibir y reconocer a Jesús es hacer de nuestra vida diaria, un actuar en donde los más necesitados sean la parte más importante. f)    Centrar nuestras vidas del lado de María, nuestra gran intercesora diciéndole que Jesús es bien recibido por nuestra familia.


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